jueves, 10 de marzo de 2011

Contra el machismo y la intolerancia



Es domingo y mientras desayuno oigo la radio. Comentan la figura de Clara Campoamor y discuten sobre la importancia de los grandes discursos en momentos y por personajes clave en nuestra historia reciente. Me pregunto si somos conscientes del poder de las palabras, que lo mismo nos conmueve su belleza, que son capaces de iniciar procesos revolucionarios, o ser las victimas de bombardeos en países como Libia con la pretensión de cerrar la boca al ansia de libertad de sus pueblo.


No me reconozco en aquella sociedad de hace 80 años en la que esta mujer luchó contra los prejuicios hacia el sexo femenino. Me emociona su discurso ante el parlamento defendiendo derechos que hoy nos parecen evidentes.

Los partidos de izquierda argumentaban para impedir que las mujeres tuvieran derecho al voto, que su naturaleza les llevaría a ser influenciadas por las doctrinas de la iglesia y que esto inclinaría su voto hacia los partidos de derecha. También se decía que las mujeres no aportaban a la República ningún valor añadido.

El desconocimiento que tenemos de la historia de España de esa época y la incapacidad de reconocer los méritos de los nuestros, nos hace olvidar quien fue y que representó esta mujer ejemplar en la lucha por la implantación del Sufragio Universal. Cuando se conmemora el día de la mujer trabajadora, rtve emite este miércoles una tv movie dedicada a rescatarla del olvido.


Transcurrido el tiempo puede que nos resulte ajena aquella sociedad que discriminaba al 50% de sus componentes, pero ¿cual es la realidad actual? En la radio oigo cifras que parecen sacadas de aquella época de primero del siglo pasado: La representación del sexo femenino en los consejos de administración de las empresas del Ibex no supera el 10%, proporción tristemente igualada por el porcentaje de representación en los órganos Judiciales. Cuando una mujer y un hombre desempeñan un trabajo de igual categoría, la mujer cobra una media de 5.000 Euros menos que el varón.



Sin embargo un 60% de las licenciaturas son concedidas a la mujeres, el horario laboral de la mujer se incrementa por su mayor, por no decir exclusiva aportación en el mantenimiento del hogar, su el índice de lectura es mucho mayor que el del hombre, etc...

Pues no, estas cifra no son sacadas de primero de siglo pasado, son los datos de la intervención de la mujer en la era de internet, la globalización, los avances de la tecnología, ... , avances que son posibles por la integración de ese 50% al que humillamos reduciendo sus derechos.




Si nos parece que el sexo femenino está menos capacitado para las grandes empresas, repasemos la biografía de esta mujer que con 32 años se matriculó en la escuela secundaria y a los 36 años ya había conseguido su carrera de derecho.


Por si esto no fuera suficiente, también oigo que ya contamos con 15 asesinatos de mujeres víctimas de la violencia de genero en lo que va de año. Si toleramos que nuestra sociedad cometa tales aberraciones, ¿como vamos a educarnos contra las actitudes xenófobas con las minorías?, ¿Acaso la indiferencia no nos hace a todos culpables de estas injusticias?, eso sí, contra las que tenemos un discurso politicamente correcto, pero contra las que no nos movilizamos.

Chistes machistas, homófobos, racistas, con los que interactuamos los de nuestro genero, son parte del alimento con el que crece y se perpetua el rechazo a lo otro, lo distinto de nosotros.



Un ejemplo, Sebastian Piñera presidente de Chile, que tras terminar una reunión de un Foro económico al que asistía y acompañado de la ministra Salgado, precisamente cuando se celebra este día de la mujer trabajadora, se le ocurre argumentar "el principio de la minifalda" para referirse a su intervención, "... lo suficientemente larga para cubrir lo fundamental y lo suficientemente corta para retener la atención ..."


Otro ejemplo de Alberto Gómez en Libertad digital "El camino de la igualdad por decreto ha llevado a las mujeres a lugares absurdos, algunos tan extremos como la guerra, donde son violadas por sus propios compañeros (en caso de peligro de muerte, el hombre, por lógica evolutiva, tiende a la violación como estrategia reproductiva inconsciente). O se ven obligadas a estar todo el día, si no largas temporadas, lejos de su familia, lo cual lleva a su hombre a desapegarse de ella. (El hombre para invertir emocional y económicamente en su familia necesita tener la certeza de que sus hijos son suyos)... y sigue.

Queda mucho por hacer. Con elegir unos candidatos no podemos lavar nuestra conciencia, hay que combatir la in-cultura que propicia estas actitudes.

Un vídeo-homenaje para este día.

2 comentarios:

  1. Hola! Me ha sorprendido muy gratamente tu blog. Además no podía estar más de acuerdo con esta entrada, nos queda mucho por hacer en cuanto a la igualdad de la mujer; hay que educar a los niños de otra manera, para que no se conviertan en "machistas modernos".
    Yo me apunto a combatir la incultura (aunque va a ser una lucha muyyyy dura, eh?) :)
    Gracias por visitar mi blog! Nos leemos! un abrazo

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  2. Me parece muy bueno tu blog, acabo de leerlo y espero que sigas escribiendo .
    Animo, todo es empezar.

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